Formato: Ebook | Durante muchos años se utilizaron métodos de cálculo basados en las tensiones admisibles, las que se obtenían dividiendo la tensión de falla de cada material por un coeficiente de seguridad o de minoración. Por ejemplo, en el caso del Acero se utilizaba y se utiliza a la Tensión de fluencia como tensión de falla. Así, en función de las propiedades mecánicas y las características intrínsecas de cada material variaban los coeficientes de seguridad, que eran siempre los mismos, no tomaban en cuenta la incidencia provocada por los diversos tipos de carga ni el comportamiento de los materiales ante las distintas solicitaciones.