A través de la decoloniagogía, podemos proponer un modelo pedagógico decolonizante. Este modelo debe develar el rol del profesor decolonizador y el rol del estudiante decolonizado. Debemos educar para decolonizar, argumentar la esencia del currículo decolonial y de la didáctica decolonizante. Debemos abordar la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación desde la perspectiva de la decolonialidad. Desde esta mirada, urge decolonizar la pedagogía, el currículo y la didáctica, pero urge también decolonizar la ciencia, la epistemología y la metodología de la investigación. Esto nos permitiría configurar un paradigma otro, un paradigma epistemológico decolonial: el decolonialismo (o la decolonialogía3). De hecho, una metodología de la investigación decolonizante requiere sustentarse en una epistemología decolonial. Investigamos con el método decolonialógico.