Cuando la mayoría de la gente escucha hablar sobre Hackers, lo primero que se viene a la cabeza es la imagen de un delincuente, en un callejón oscuro, normalmente con una mochila llena de cables y de todo tipo de aparatos electrónicos y, cómo no, con una sudadera con la capucha sobre su cabeza. Y en realidad no nos puede extrañar que esto sea así. La industria del entretenimiento se ha ocupado desde hace bastante tiempo, a través de un sinfín de películas o de series (como la reciente Mr. Robot), de estereotipar a los Hackers de este modo, como personajes oscuros, delincuentes cibernéticos en la mayoría de las ocasiones, o como rebeldes justicieros en el mejor de los casos.