En este texto se describe la magnífica relación con los vecinos raizales de los primeros antioqueños que llegaron a la región de Mabobo, a finales de la década de 1940 y principios de la de 1950. También se relatan las vivencias de un estudiante costeño en internados de Medellín, entre 1955 y 1959, y los símbolos e ídolos antioqueños de esa época, como el impacto que tuvo cuando ingresó y egresó en 1975 de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Antioquia. Igualmente se reseña la llegada a Mabobo en la década de 1990 de una nueva generación de antioqueños poco amistosos. Finalmente se refiere el gratificante reencuentro en el 2005 con otros antioqueños.