Formato: Ebook | Uno tras otro, los productos llegan en la banda transportadora, al final de la misma, hay una máquina empacadora que continuamente empaca los productos que llegan y los envía a la bodega. Una mirada más atenta permite ver a un hombre de pie entre la banda transportadora y la máquina empacadora. Observa cuidadosamente los productos que llegan, y ocasionalmente recoge algunos y los arroja casualmente al cesto que está detrás de él. Esos son los productos defectuosos. Este tipo de cosas se ve comúnmente en muchas fábricas. En un principio, esos productos descartados parecen desperdiciados, pero pronto se aceptan como una parte del proceso. Pero acostumbrarse a los productos defectuosos no soluciona el problema, sino que constituye un retroceso en la solución.