Blanco, peludo y adorable, o verdes con bocas grandes y dientes afilados. El primero (Gizmo), y los otros, nuestros queridos Gremlins, promulgaban sonidos indescifrables, imposibles de entender, algunos más entrañables (los de Gizmo) y otros más insoportables. Pero al fin y al cabo el lenguaje de los Mogwai1 era y es incomprensible.