Formato: Ebook | Las paradojas de la vida nos enseñan que al final todo es causa y efecto; por ello y ante todo, gracias a Dios por darme la fortaleza de vivir cada experiencia con la perseverancia y constancia para enfrentar cada día con gallardía y aprender de todo lo vivido. A mi familia, muy especialmente a mi padre, que aun desde el cielo me marcó el camino para perseverar y disciplinarme en los objetivos, quien con sus enseñanzas desde niño me brindó las bases para trazar mis sueños. A mi madre, por su entrega, amor y abnegación, que me enseñó a valorar cada instante de la vida, me formó el carácter y dio el ejemplo de unidad familiar.